martes, 21 de octubre de 2008

Posibilidad, muy casi

Sonríe
Jul 24, 2006 8:10 PM


Cierra los ojos y sonríe...
Piensa en las cosas malas que te han pasado,
sonríe, porque ya pasaron.
Piensa en las cosas malas que te ocurren,
sonríe, porque van a pasar.
Piensa en las cosas malas que te pueden pasar,
sonríe, porque aun no pasan.
Abre los ojos y sonríe...
Piensa en las cosas buenas que te han pasado,
sonríe, porque son buenos recuerdos.
Piensa en las cosas buenas que te pasan,
sonríe, porque las estas disfrutando.
Piensa en las cosas buenas que te pueden pasar,
sonríe, porque pueden pasar.
Ahora no hay excusas para no sonreír, y si lo hago yo porque no tu también
sonríe...sonríe conmigo

Han pasado más de 2 años desde que escribí lo anterior y sigo pensando igual. Pero siendo sincero en muchos momentos mande al diablo cada una de esas palabras y estaba esperanzado en que algún momento la Tierra se abriera y con un cariño salvaje esta me tragase y me escupiera lejos, muy lejos. De hecho, ahora que vuelvo a leerlo es una de las cosas mas cursis que quizás haya escrito (tengo muchísimas peores), pero supongo -porque no me acuerdo- que lo escribí en un momento de tragedia y desesperación por un milagro, lo escribí para poder leerlo en casos como ahora y esperanzado que alguna persona quizás le sirva de algo. Es necesario recordar que la vida esta formada por la combinación infinita de posibilidades que dependen de nosotros, si a eso le multiplicamos las combinaciones de las demás personas entonces nos podemos dar cuenta que cualquier cosa puede pasar, en un instante puede dar todo un giro de 180 grados y luego catapultarte a un baño de flores o a una montaña rusa para seguir haciéndote católico de todos los rezos que ya te has mandado.
A mi, que me encanta complicarme la existencia hasta con una simple hoja de papel higiénico, me desespera no poder controlar algo que es incontrolable, ok ok, controlarlo quizás es pedir mucho pero ni siquiera visionarlo, preverlo, no, nada. Las decisiones de cada uno depende solamente de uno, pero que hay con aquellas que dependen de las demás, cuando esperas una respuesta o alguna señal para poder estar seguros de hacer algo. Ahí entra la seguridad, esta suerte de señora mandona que te regula el número de posibilidades que tengas a la mano, si simplemente te importa poco o nada lo que pueda pasar entonces tu rango de acción aumenta y no solo en cantidad sino que mentalmente te da igual el resultado. Te la juegas. En cambio, si te da miedo concretar todas esas ideas que tienes y ver que pasa, entonces tus posibilidades se acortan y mentalmente te achicas. Perdiste. Pero uno siempre busca sacarle la vuelta a todo, incluso a uno mismo. Así es como a pesar de quizás tener cero posibilidad de acierto igual puede esta la "remota posibilidad" de que sin importar cual sea el trámite el paradero final sea el que desees. ¿Pero pasa realmente eso? Si y no. Pasa porque es una posibilidad, es el resultado o quizás un estado transitorio entre todas tus combinaciones y de los demás; y no, porque si todos consiguiéramos lo que queremos entonces no tendría gracia la vida.

Vuelvo a leerlo y pienso. -Que loco va a ¡sonreír! y ¡conmigo! Aunque tengo que admitir que yo sonrío por inercia, el trasfondo de todo es que sonriendo por lo menos no perdemos nada. No es necesario estar en la gloria ni sentirse el más insignificante de los elementos para tener una excusa o motivo para no sonreír, vamos ¡sonríe! Total, tus posibilidades siguen ahí. Entonces, si agarramos todo lo anterior y lo exprimimos y lo licuamos y lo colamos, que nos queda, nos queda que hagamos lo que hagamos, seamos quien seamos, conozcamos a quien conozcamos y estemos donde estemos, casi cualquier cosa puede pasar. Y diciendo "casi" no es ser derrotista, pero con todas esas condiciones se convierte en una palabra mágica, suena a bastante. Uf.

Y tomándolo de forma personal, hace un par de años mi vida tuvo su punto de quiebre, algo que sabía que en algún momento iba a pasar pero que no sabía ni cuando, ni como, ni que consecuencias iba a traer en mi. Resultado: mi vida cambió completamente, recargado y mejorado. Ahora me pregunto si así como me pudo haber ido tan bien también me puede haber hundido y desaparecer por completo. Lo pienso y estoy seguro que no, porque al darme cuenta de que mis posibilidades se multiplicaron por un millón y preguntarme ¿y ahora? hizo que vida volviera a tomar un sentido no definido pero si muy interesante, el hecho de saber que me iba a pasar ahora y que ahora si yo podía comenzar a decidir como quería que fuera, me emocionaba. Y creo que muy dentro de mí pude sentir eso cuando escribí lo que presente al inicio, darme cuenta que así las cosas estén bien o mal luego yo puedo hacer algo por lo que yo realmente quiero vivir y ser feliz, hasta que nuevamente las posibilidades se mezclen y volver al inicio, a vivir.

Nota: Tanto la foto como el texto es parte de un conjunto de pequeñas cosas que escribí en mis momentos más congestionados, si quieren darse el trabajo de buscarlos están en algún lugar colgados que tengo bastante descuidado.

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