martes, 5 de mayo de 2009

La casualidad de un mes - Parte III-b

Lo sé, no es el mes, pero tenía una tarea inconclusa que venía arrastrando y pesaba, no me gusta quedar mal ni mucho menos conmigo mismo. Marzo acaba hoy aunque sea Mayo.

[ zo]

Para no dejar inconclusa alguna idea suelta o dar por terminada alguna otra sujeta a la relatividad es que termino el mes que pasó del año que pasó. Lleno cada día en lo posible el recuerdo que apunte como rastro para volver en los pasos atrás, trató como vengo diciendo de ser lo más preciso, vuelvo. Volví.

Dentro de la gran gama de compromisos que podía resolver durante esas fechas se montaron dos que podían ser las más oportunas – irónicamente- en cuanto a distancia y tiempo de recorrido. El primero es una necesidad acostumbrada que viene de años de años, de recuerdos de infancia en esas mismas paredes y con el mismo color de siempre. Con una familia que a lo largo de todo este tiempo me ha dado un lugar en el respeto y tradición de saludar con la misma sonrisa de siempre. Con el compromiso siempre en la memoria, me doy el singular viaje que nunca me terminó de parecer corto para caer en una reunión que no tendría que ser necesaria si contamos lo importante que puede ser el hecho que estemos ahí. Muchas cosas y muchas razones me pueden llevar a ir de nuevo siempre y cuando tenga la oportunidad, es por eso que dejar de ir sería una tontería más que grande y sé que con la misma confianza con la cual paso la puerta sin timbre, doy la curva, entro por la cocina o la sala y terminamos conversando donde el humo del cigarro no me moleste y sea más cómodo reírnos de todas las cosas que podemos recordar, suponer, alucina, fastidiar, crear, desenredar y más, de todo eso y mucho más. Y por eso seguiré yendo y mucho más. Hermano.

En cuanto a compromisos de asistencia siempre termino cediendo por más complicado que resulte la travesía, y no por débil sino por afecto. Entonces luego de cumplir y dar por concluida mi participación en un lado de Lima, fue que salgo camino a mi segunda estancia de la noche, cumpleañera también. Entonces, salgo, tomo un carro, tomo otro, camino y camino, tomo un taxi y camino por si las dudas. Llego cuando algunos ya salen, pero bueno lo importante esta adentro y adentro lo importante acaba de correr hacia el baño como persecución policial y tras atrincherarse varios minutos sale derrotada entre brazos de queridos y sube, o bueno, la suben donde debería estar más humanamente cómoda. Ya vine, si. Feliz cumple. Por lo demás, mucha risa por ahí y un par de cosas muy interesantes que ver y sonreír para pecar de inocente, y aunque el motivo nunca bajo porque logró vencer a la gravedad y murió muy feliz en su lecho, vale la intención y el sentimiento, entonces vale agregar, feliz cumple y te adoro.

No, las fiestas en este mes insaciable no acaban. Los planes de tantas ideas se quedaron entre números pasados para quedar con la idea de que a veces son solo ideas y no regalos. Entonces no conseguí lograr la idea hecha pelota desde semanas atrás y nunca me agarró tan frió como aquella noche ese momento cuando tenía que resolverlo de algún modo, juré vengarme en alguna oportunidad, lo juré como tantas promesas escribí en la palma para no olvidarme pero como siempre lo deje pendiente.

Entonces llegué, salude a uno de los tantos conocidos. Subí y toque el timbre, mientras detrás de la puerta practicaba el saludo. No, uhm, así tampoco, entonces, no..., hola? Se abrió la puerta y puse mi sonrisa de último momento mientras seguía pensando la improvisación falsa antes que sea necesaria, pero nada, la abrace si y la cargue con vuelta incluida sin pensar no, y mientras gritaba que la bajara yo seguía pensando en que más y ahí me quede. Entramos y luego de ser descubierta la cómplice no quedó más remedio que replantear la situación y tratar de que el tiempo avance lo más lento posible. Duh. No fue como lo planeé, ni se acercó a lo que podía imaginar, pero desde ese momento jure volver y salir con algo más de triunfo y un poco más de gloria. Esa fue una promesa de las pocas que pude cumplir, y valió millones. Feliz cumple y te amo.

Un día llegando a la universidad me llaman y me proponen provocarme un derrame cerebral de trabajo durante los siguientes días que acepto por la inercia del amor hacia la camiseta blanca con la casita en el pecho. Tras días y noches de angustias, estrés, discusiones con uno mismo y con el ambiente, con sueños muy poco producidos y con la compañía de cada momento que se hacía sentía y se agradecía en su momento, tras eso pude completar una odisea de papeles, nombres, horas y cansancio totalmente feliz. Feliz de llevar al extremo el trabajo, y de que había alguien a mi costado.

Llegado el día y los demás, sentí que había demasiado por hacer con tan poco espacio. Y mientras los días pasaban entre caminar de un lugar a otro usando el -hasta ese momento- bastante precario poder de la multiplicación por las tardes muchas veces me solía esconder dentro de una burbuja en forma de banca y que dejaba que cayeran los segundos uno a uno sin tocarse entre ellos, así no importaba donde estuvieran solo cuando reventaban podían despertarme.
Y fueron más las noches cuando reventaban estos segundos, haciendo que la falta de los mismos se conviertan en minutos y más multiplicados por la distancia de un camino sin nada, ni siquiera de poder verlo.
Sin música de soundtrack, ni créditos durante la despedida, ni un post producción y mucho menos los aplausos de una victoria visual se pudo llevar el regreso que tampoco resultó ser del todo regreso, porque ya había regreso semanas antes y nunca terminé de entender si realmente me pude ir, y cuando volví supe que aún había dejado olvidado algo, debajo o encima, algún segundo sigue buscando donde reventar en medio de tanta noche.



Mientras suponía que me estaba quedando con algún tipo de merecimiento y permanencia, por otro lado habían situaciones que se tenían que ir y dejar otros con los suyos en la mano y despidiéndose entre ellos. Yo, alejado de la situación tenía en claro que la única despedida que me preocupaba era aquella que me rondaba la cabeza y que no tenía fecha de salida. Sin embargo, sin planear ni dejar de pensar seguí con la intención de entender algún día y con la misma, la puse en el bolsillo derecho y salí de noche. De un momento a otro podía hacerme el confundido con toda la propiedad y derecho del mundo el cual ya me ayudaba dándome la contra y declarándome la guerra abiertamente, pude ser menos evidente de rato en rato y en otras pude ser mas certero pero siendo más realistas fue difícil llevar las horas una detrás de otra para al final terminar sentado afuera con la cabeza dentro, parpadeando.
Al rato me di cuenta que podíamos estar ahí cuanto tiempo fuese necesario sin que ni siquiera la mañana que ya se asomaba se pusiera de acuerdo también, escuché muchas versiones de las razones más oportunas y necesarias durante un camino que sin darme cuenta me llevaba al mismo punto de todos esos días, no hicimos ni quedamos algo del cual pudiera sorprendernos ni mucho menos a mí, la costumbre y la paciencia comenzaba a cobrar las víctimas que luego durante largas batallas pudo cobrar de un solo porrazo y haber evitado semejante reajuste innecesario de desgaste y de idas y venidas, pero siguió y no iba de acuerdo a la razón que alguna vez trate de incubar y se perdió.



Tengo que aceptar lo complicado que me resulta hacer este tipo de resumenes, no hay tiempo que pueda invertir en seguir recordando un año importante y lleno de subidas y bajadas de todo tipo, de nuevos acercamientos y de logros personales, no puedo y no quiero pues prefiero estar al tanto con este presente que se me esta pasando con tan buenos momentos como los del año pasado, asi de interesantes. Por eso, Marzo fue el último mes que resumiré del año pasado, hubiera preferido poder abarcar más momentos pero en el balance termina siendo innecesario, quizás más adelante pueda en algún otro post condimentarlo con momentos que pasé de largo, por mientras trataré de volver al inicio de todo esto, al día día que pasó ayer y hoy, y a todas esas casualidades que por sufrimiento terminé siendo testigo.



4 comentarios:

alessandra dijo...

testigo, te agregue a mi blog.
Mirate

oye, te quiero bu :)

pd.escucho bacilos, me hace feliz. Ya te lo habia dicho, no ?

Jamonada dijo...

mas que mi psicologo... charlie, segun peluche es mi amigo el gay o al menos eso le hic creer =)

Jamonada dijo...

te extrañooooooooo

Jamonada dijo...

extraño lo que fue y extraño lo que viene. a veces es poco lo que se dice poco lo que se hace y pocas las alertas que te da la vida para darte cuenta de que a veces uno esta solo...solo cuando avanzas porque auqnue te alegres, vivas, sonrias y grites a veces estas solo y como dirias aqui y alla abrir y cerrar los ojos, mas aqui que alla diria en todo caso solo aqui, pero extraño abrir los ojos y encontrar 2 personas a la deriva en una situacion nueva con papeles volando y vigilados ante cualquier error, mas extraño al que se quejo del megaerror de aquella ves cuando jugue play =D